Recordis

La ansiedad es uno de los problemas de Salud Mental más preocupante en la actualidad.No solo en sus niveles más elevados, es decir, cuando configura un trastorno psiquiátrico, sino también en condiciones más leves implica un deterioro en la calidad de vida cotidiana de miles de personas. La prevalencia de los trastornos de ansiedad, considerada a lo largo de todo el ciclo vital, supera la ocurrencia de cualquier otro trastorno mental: aproximadamente 2 de cada 3 personas en el mundo tendrán algún problema relacionado con la ansiedad a lo largo de su vida. La Asociación Psiquiátrica Americana define el término “ansiedad” como “una anticipación aprehensiva de un daño o desgracia futura acompañada de un sentimiento de disforia o síntomas somáticos de tensión” (DSM-5, APA, 2013). En esta definición se sintetizan dos de los aspectos que han sido asociados tradicionalmente con la ansiedad: la expectativa de una amenaza futura y la experimentación de síntomas físicos y psíquicos de tensión. Por otra parte, la Psicología Cognitiva estudia cómo la interpretación que hacemosde la realidad modifica nuestras emociones. Al decir del filósofo estoico Epícteto, no nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede. A tales efectos, la memoria es uno de los procesos cognitivos más relevantes porque ofrece un marco de información para interpretar lo que nos sucede y  proporciona un sentido de identidad.

La línea de investigación sobre memoria emocional en la ansiedad se propone investigar esta interacción: cómo la forma en que se reconocen los estímulos con contenido emocional puede contribuir a mantener e incrementar la ansiedad. Por ejemplo, recuperar información del contexto en el cual experimenté un suceso es muy importante para poder manejarlo en el presente. Una cara me puede resultar conocida, pero si no sé de dónde, no voy a saber qué hacer frente a esa persona. Este tipo de reconocimiento sin recuperación del contexto se denomina familiaridad. El enfrentarse a algo que puede ser peligroso (una cara, un lugar, una situación social) y no tener acceso a información sobre el contexto pasado en el que lo experimentamos, deja a la persona en una situación de indefensión. Esta indefensión frente a un peligro posible pero indefinido es una de las causas que producen el desarrollo de una respuesta ansiosa física y psicológica (palpitaciones, temblor, palidez, pensamientos de preocupación, etc).

Al comprender los mecanismos del funcionamiento cognitivo en los procesos emocionales, estaremos en mejores condiciones para optimizar las estrategias de diagnóstico y tratamiento de los problemas vinculados a la ansiedad. Para ello hemos desarrollado el Proyecto Recordis, llevado adelante por la Universidad Católica del Uruguay y apoyado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) así como de otras universidades, donde estudiamos el fenómeno de la ansiedad en toda su amplitud. Para lo cual utilizamos metodologías muy diversas que van desde entrevistas y cuestionarios hasta mediciones de la actividad cerebral y de enzimas vinculadas al estrés.

• Kessler R, Ruscio A, Shear K, Wittchen H. Epidemiology of anxiety disorders. In: Stein M, Steckler T, editors. Behavioral neurobiology of anxiety and its treatment. Berlin: Springer; 2010. p. 21–35